Este martes, la tranquilidad de la zona arqueológica de Chichén Itzá se vio alterada por un incidente que provocó la indignación de visitantes y usuarios de redes sociales. Un turista extranjero cruzó las cintas de seguridad y subió algunos peldaños de la pirámide de Kukulcán, también conocida como El Castillo, desobedeciendo las claras señales que prohíben esta acción.
El momento fue grabado por testigos y compartido ampliamente en redes sociales, donde se viralizó rápidamente. En el video, se observa al visitante siendo confrontado por otros presentes y posteriormente detenido por el personal del sitio arqueológico. En plataformas como X, el sentir general de desaprobación: el acto fue percibido como una clara falta de respeto al patrimonio cultural mexicano.
Desde 2008, está estrictamente prohibido subir a la pirámide de Kukulcán, una medida implementada para preservar la integridad del monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas establece multas que van de 5 mil a 50 mil pesos para quienes infrinjan estas normativas, dependiendo de la gravedad del caso.
En este incidente, aunque el turista fue detenido por el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aún no se han revelado las sanciones específicas que le serán impuestas.
Este no es un caso aislado. Situaciones similares ocurrieron en enero y marzo de 2025, lo que ha evidenciado un patrón preocupante de desinformación o desprecio por parte de algunos visitantes. La comunidad en línea ha retomado el debate sobre la necesidad de fortalecer la vigilancia y lanzar campañas de concientización dirigidas especialmente al turismo internacional.
Asimismo, el incidente ha reavivado discusiones más amplias sobre la gentrificación y el comportamiento de ciertos turistas extranjeros, quienes, según usuarios, “no muestran el debido respeto hacia los espacios sagrados y representativos de la cultura mexicana”.